Sistema de Acreditación
Recursos Físicos
Las instituciones disponen de recursos físicos para el desarrollo
de los programas que ofrecen; entre tales recursos se encuentran
edificios, estacionamientos, equipos, laboratorios, talleres y materiales.
Es importante que tales recursos sean dispuestos en condiciones
de calidad, seguridad, salud y preservación del medio ambiente,
para el correcto desarrollo de las actividades académicas
y administrativas. Para ello, es preciso que el desarrollo de los
recursos físicos se derive del proceso de planeación,
y que se les mantenga en condiciones adecuadas de operación
mediante planes y criterios bien establecidos.
Los recursos físicos condicionan el tipo de proceso educativo
que en ellos se lleva a cabo. Por ello, es importante determinar
cuáles son las necesidades en este respecto por parte de
la comunidad educativa. El cumplimiento exitoso de los objetivos
de la institución depende, en parte, de los recursos físicos.
Por ello, la institución debe
(9-1) contar con instalaciones físicas y equipo que
garanticen la realización adecuada de los programas académicos
en condiciones de seguridad y de servicio óptimo, en un ambiente
de estudio y de funcionalidad en el trabajo.
Es importante garantizar que el crecimiento de la planta física
sea ordenado y que no sea causa de la pérdida de la calidad
en los servicios y en la actividad docente. Por ello, la institución
debe (9-2) contar con un plan
que sirva de base para el uso óptimo y en su caso, expansión
de su planta física, con base en sus necesidades de desarrollo
a mediano y largo plazo y para mantener la calidad en la actividad
docente y en todos los servicios que ofrece.
La superficie física con que cuenta la institución
debe (9-3) distribuirse adecuadamente
para cumplir su misión y objetivos educativos. La superficie
física se puede destinar para muchos usos, como salones,
estacionamientos, áreas verdes, jardines, canchas deportivas,
áreas de esparcimiento, salas de estudio y otros.
Para el correcto desarrollo de las actividades académicas
y de los servicios que proporcione una institución educativa,
es preciso contar con los espacios físicos adecuados; particular
atención requieren las actividades docentes y de práctica,
por su relevancia en el proceso global de formación de los
estudiantes. Por ello, la institución debe
(9-4) contar con los espacios que permitan la práctica
adecuada de la docencia y, en su caso, el uso de los laboratorios
y talleres congruentes con la modalidad de los programas educativos
que ofrece.
Si se considera a la universidad como un centro de socialización
y trabajo en equipo, cobran relevancia como espacio educativo, no
sólo las aulas y los laboratorios, sino también los
espacios comunales, los cubículos docentes y las áreas
administrativas. Por ello, para asegurar la funcionalidad de la
institución, ésta debe
(9-5) proporcionar a los alumnos, docentes y administrativos
el espacio adecuado para desarrollar sus actividades.
Además de las actividades académicas, la práctica
de actividades deportivas, sociales y culturales constituye un aspecto
fundamental para el desarrollo de las facultades del ser humano.
Por esto, la institución debe
(9-6) proveer un número adecuado de espacios para
actividades deportivas, culturales y sociales, así como para
otros servicios, conforme a las funciones que realiza.
Debido a la amplia gama de actividades que se desarrollan en la
educación superior y de la diversidad de espacios físicos
que se requieren para ello, es necesario orientar adecuadamente
a los usuarios para facilitar la localización de cada espacio.
Por lo anterior, deben (9-7)
existir señalamientos claros y visibles que indiquen el uso
a que se dedica cada edificio, nivel y área.
La institución debe (9-8)
mantener las instalaciones físicas y equipos en condiciones
óptimas a través de un plan que integre políticas,
procedimientos y presupuestos para el mantenimiento correctivo y
preventivo.
La cantidad y diversidad de personas que diariamente confluyen en
una institución de educación superior, obliga a contar
con planes, procedimientos y recursos que garanticen su integridad
y seguridad. Supone además, desarrollar
mecanismos que permitan evaluar su sistema de seguridad y salud,
por lo menos, cada dos años.
Una institución educativa requiere ser un lugar seguro donde
se puedan desarrollar las actividades académicas en un ambiente
de tranquilidad y confianza. Por ello, la institución debe
(9-9) contar con un programa de protección civil y
de salud para todos los miembros de la comunidad académica,
que sea evaluado periódicamente y que cuente con los recursos
y el personal requerido para su ejecución.
Este programa debe (9-10) cuidar,
entre otros aspectos, la existencia de salidas de emergencia y accesos
para personas con capacidades diferentes en todos aquellos lugares
donde sea necesario.
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